Familia
No sé cuántas canciones, poemas y libros se han escrito para hablar de las cualidades de las mujeres; y especialmente de esa fuerza con la que fueron dotadas.
No nos equivoquemos: la mujer no solo es la ayuda idónea para el hombre, sino para la humanidad entera. Cada una tiene en su vientre la configuración para generar vida y también para declararla con su boca. Quizá sea por eso que hasta el tono de su voz está delicadamente diseñado.
Pensar que Jesús fue formado en el seno de una familia es razón suficiente para entender la importancia que esta tiene. ¿Cómo poner en duda que en ella aprendemos valores y trabajo en equipo, ejercitamos el perdón y la misericordia, y podemos en práctica la fe?
En pocos días inicia la campaña que nos habla del amor: ese que la mercadotecnia relaciona con los regalos, que el cine nos pinta como color de rosa y las canciones lo limitan solo a la pasión. Sin embargo, quiero proponerte que hablemos de aquel amor que trasciende: el amor de Jesús.
Los Evangelios no muestran que Jesús fuera un hombre “cariñoso” o “detallista”, más bien nos lo muestran como un hombre práctico que llevó la expresión del amor al nivel más alto que se haya registrado en la humanidad: dar la vida por alguien. Morir por alguien —pero de manera literal, no en sentido figurado— sigue siendo la muestra de amor más grande que la historia ha registrado.
Los padres de familia no me dejarán mentir que cada uno de nuestros hijos es un ser especial, con sus individualidades y características hacen que la familia esté completa.
En mi caso, mis hijos tienen un temperamento que les hace actuar y analizar las cosas desde su propia perspectiva, su propio sentido del humor, sus propias metas, su propio estilo para educar a sus hijos y hasta para acercarse a nosotros, sus padres; pero a los tres los une la pasión por predicar en evangelio y servir a Dios.
Cuando Dios creó a Adán, declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo, por eso instituyó a la ayuda idónea, al complemento correcto; así que pertencer a grupos es parte de nuestra naturaleza humana. De hecho, nos agrupamos para ir al cine, para ver un buen partido de futbol o para celebrar acontecimientos importantes en la casa de algún amigo o familiar. ¡Sería aburrido realizar estas actividades solo!
Más allá del rol de proveedor que adquiere un papá hay muchas otras características que le dan oportunidad de afirmar el corazón y proveer de identidad a Sus hijos, pero si él está limitado para cumplir sus funciones debemos aprender que el Padre Celestial no falla.
¿Eres de la generación que todavía imprimía fotos? Recuerdo que antes, la sala de los hogares era el lugar favorito para lucir ampliaciones de las fotografías familiares. Esas imágenes en blanco y negro hoy son un tesoro, en ellas se puede reconocer a los abuelos, los hijos, los nietos… Todos metidos en una imagen que rememora un cumpleaños, un aniversario o una graduación.
Esta semana, Sonia, mi esposa, estuvo de manteles largos. Celebrar su vida ha sido, una vez más, un momento especial para toda la familia. La pastora, con su espíritu afable y apacible, ha sido como una gallina que cuida de los pollitos. Fueron muchos años y muchas veces que por mis funciones en el ministerio […]
Desde 1982, que le sirvo al Señor he aprendido que Él respalda a quienes deciden tomar riesgos por obedecer Sus instrucciones. Créeme, no se trata de recursos sino de fe. Sin importar la profesión u oficio, todos debemos trabajar como para el Señor y no como para nadie en este mundo (Colosenses 3:2) y es a Él a quien debemos agradar, pues el mundo pocas veces comprenderá nuestro nivel de compromiso, pero la recompensa viene de Él.
Todos los seres humanos amamos bajo las mismas características de lo que entendemos por amor, sin embargo, cada uno tiene su propia forma de expresarlo. Por ejemplo, en los hogares los padres de familia amamos de una manera, los hijos lo hacen de otra. Los cónyuges tienen su particular modo de amarse en las diferentes etapas del matrimonio.
Cuando necesitamos la divina intervención de Dios en nuestra vida por lo general acudimos a alguien para que, por medio de su oración, nos acompañe en nuestro proceso. Eso también sucede cuando pedimos una oración en las redes sociales o en un chat.
Hay una frase del gran atleta Michael Jordan que me gusta mucho: “el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”. Es una verdad muy significativa dicha por una persona que cosechó grandes éxitos en su carrera profesional y por lo cual escribió su nombre en la historia, pero también […]
Las familias funcionan como un equipo. El éxito o el tropiezo de todo el conjunto muchas veces se debe a las pequeñas acciones, visibles o invisibles, que cada uno desempeña diariamente. Con frecuencia solo notamos el trabajo de los miembros más “visibles”, pero sin los demás sería una tarea muy difícil salir adelante.
Aunque la gente no habla mucho de eso, estamos rodeados de personas que fueron defendidas desde que estaban en el vientre de su madre. Conozco testimonios de personas cuyos padres consideraron la posibilidad de abortarlos, pero finalmente hubo “algo” que los motivó a no hacerlo.
Parece inevitable que sigamos hablando del coronavirus, pero es que la mayoría de las conversaciones giran en torno a este tema. Aunque no sé si han notado que ahora, más allá de la preocupación de la enfermedad o las anécdotas del confinamiento, los temores se han centrado en la economía.
Esta situación de cuarentena que nos tiene en aislamiento social tiene similitud con la olla de presión. Imaginemos el escenario: de la noche a la mañana, la mesa del comedor se ha convertido en escritorio de tareas de los pequeños escolares, en el centro de los alimentos y la oficina de papá y mamá.
Como padres estamos familiarizados con ese concepto de las vacunas que les evitan enfermedades a nuestros hijos; pues bien, es momento de retomar esas precauciones con la pandemia COVID-19, especialmente con el virus del temor y la preocupación que al parecer se ha colado en la mente de muchas personas.
La prudencia es fundamental para combatir el virus del temor que nos ataca en diversas situaciones, especialmente como en la que estamos atravesando en medio de esta pandemia llamada coronavirus y que ha cobrado la vida de muchas personas alrededor del mundo, provocando además cierres de fronteras en distintos países y restringiéndonos de salir de nuestros hogares para acudir a nuestras labores cotidianas; a nuestros trabajos, centros de estudio, actividades sociales e iglesia, entre muchas otras.
El cumpleaños suele remitirnos a la infancia, las celebraciones con la familia y amigos. A mí se me viene a la memoria aquel olor a pastel que inundaba toda la casa, cuando mi mamá cocinaba la merienda para compartir con mis compañeros del colegio, primos y los vecinos.
La semana pasada hablamos de desarrollar confianza en Dios, pero también de otorgarla a quienes nos rodean en la familia, en el trabajo y en las amistades. Alguien preguntó ¿cómo se desarrolla la confianza cuando las personas fallan?