Agradecimiento
Las familias funcionan como un equipo. El éxito o el tropiezo de todo el conjunto muchas veces se debe a las pequeñas acciones, visibles o invisibles, que cada uno desempeña diariamente. Con frecuencia solo notamos el trabajo de los miembros más “visibles”, pero sin los demás sería una tarea muy difícil salir adelante.
La Palabra de Dios me ha enseñado el poder de las palabras, por eso quienes me conocen saben que la mayor parte del tiempo me mantengo positivo. No importa lo que lea o lo que esté pasando, lo que sale de mi boca pasa por el filtro de la fe.
Acercarnos a Dios, nuestro Padre, siempre es válido y necesario. Hay que reconocer, sin embargo, que esa cercanía es más común cuando pasamos por malas rachas, situaciones adversas o tiempos difíciles.
Más de treinta años de casado es fácil de decir, pero ¡realmente es mencionar una vida! Y más que mencionarla, es recordarla con infinito agradecimiento, porque amo a la familia que hemos formado con mi esposa Sonia.