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Razones para dar gracias


Acabamos de recordar el sacrificio que Jesús hizo para darnos vida en abundancia. La Semana Santa es la época propicia para ver cómo vivimos esa vida por la que Jesús pagó un precio muy alto.

Siempre he dicho que mostrarnos agradecidos es algo que nos debería distinguir a los cristianos. ¿Cómo no dar gracias a Dios por salvarnos? ¿Cómo no agradecer a Jesús por librarnos de esa vida sin sentido? ¿Cómo no sentirnos felices de poder servir a Dios? ¿Cómo no dar gracias por la semilla que depositaron en nuestro corazón para transformar nuestra vida?

Yo vivo a agradecido y créanme que tengo muuuuchas razones por las que podría vivir de una manera diferente, como todos tengo mis desafíos y a veces mis dudas de las situaciones que debo enfrentar diariamente en todas las áreas de mi vida, pero he elegido vivir de acuerdo a lo que Jesús nos enseña en Su Palabra.

Esta semana mi mamá cumplió años (no puedo revelar su edad para cuidar esa vanidad femenina y para que no me regañe), ella es una mujer que tuvo que sacarme adelante sola y en el camino hizo muchos sacrificios por mí, así que estoy agradecido con Dios por la oportunidad que me ha brindado de honrarla y seguir compartiendo con ella muchas actividades más. Es una buena alera para ver series y películas hasta altas horas de la madrugada, especialmente aquellas de suspenso.

Ella me enseñó a dar gracias por los frijolitos o la sopa que nunca faltó en nuestra mesa. Otra de las lecciones más grandes que me dio fue que jamás la escuché hablar mal de mi papá, aun cuando la dejó a ella con la responsabilidad del hogar nunca dirigió su malestar y por lo tanto no contaminó mi corazón.

Fue muy estricta y disciplinada conmigo. Sin duda, no sería lo que hoy soy sin ella. No es perfecta, como ningún padre lo es, pero es la mujer que me dio la vida, que a la fecha me cuida y hasta me regaña.

Si tienes la dicha te tener a tus padres o esa persona que te sacó adelante, no esperes a que sea su cumpleaños, el día de la madre o del padre para dar gracias por su vida y expresar tu gratitud por lo que hizo por ti.

Ya sabemos que en tiempos de pandemia no podemos dar nada por sentado ni dejar nada para después. Vivamos el presente, demos gracias a Dios por su misericordia que es nueva cada mañana y mostremos nuestros sentimientos a quienes nos rodean. ¡Siempre hay algo por lo que podemos dar gracias!

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