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Coronavirus


Parece inevitable que sigamos hablando del coronavirus, pero es que la mayoría de las conversaciones giran en torno a este tema. Aunque no sé si han notado que ahora, más allá de la preocupación de la enfermedad o las anécdotas del confinamiento, los temores se han centrado en la economía.

, , , , 17 de abril de 2020

¿Alguna vez has renunciado a algo? Se siente feo, ¿verdad? Sin duda, todos, en alguna etapa de nuestra vida, hemos desistido o nos hemos privado de algo.

En general a los humanos nos cuesta manejar ese proceso de renuncia de un empleo o un sueño y en esta temporada lo estamos viviendo con mucha frecuencia. Hay gente abandonando sus sueños por las circunstancias que están atravesando. Sin embargo, me atrevo a decirte que este no es un momento para renunciar, sino para usar nuestro mayor recurso: la fe.

Esta situación de cuarentena que nos tiene en aislamiento social tiene similitud con la olla de presión. Imaginemos el escenario: de la noche a la mañana, la mesa del comedor se ha convertido en escritorio de tareas de los pequeños escolares, en el centro de los alimentos y la oficina de papá y mamá.

, , , , , 27 de marzo de 2020

Como padres estamos familiarizados con ese concepto de las vacunas que les evitan enfermedades a nuestros hijos; pues bien, es momento de retomar esas precauciones con la pandemia COVID-19, especialmente con el virus del temor y la preocupación que al parecer se ha colado en la mente de muchas personas.

La prudencia es fundamental para combatir el virus del temor que nos ataca en diversas situaciones, especialmente como en la que estamos atravesando en medio de esta pandemia llamada coronavirus y que ha cobrado la vida de muchas personas alrededor del mundo, provocando además cierres de fronteras en distintos países y restringiéndonos de salir de nuestros hogares para acudir a nuestras labores cotidianas; a nuestros trabajos, centros de estudio, actividades sociales e iglesia, entre muchas otras.

, , , , 13 de marzo de 2020

No somos ajenos a lo que pasa en el mundo, especialmente cuando los medios de comunicación están enfocados en compartir una noticia con tanta fuerza. Sí, hay que hablar del coronavirus y de todo lo que está cambiando a partir de su llegada a diferentes partes del mundo.

Quiero decirles que no soy médico ni profesional de la medicina, pero ante los mensajes que recibo de personas de diferentes países, deseo compartir mi punto de vista con ustedes.