Emociones
En términos de comunicación se dice que percepción no es la realidad, pero puede volverse la realidad. Digamos que la percepción actúa como una especie de lente a través del cual percibimos la realidad. Es la sensación interior que resulta de una impresión producida en nuestros sentidos.
Hay situaciones a las que no les encontramos sentido sino hasta que llegamos al cumplimiento del propósito de Dios. Y puede que esto no suceda de la noche a la mañana; o por lo menos, no en el tiempo que nosotros quisiéramos.
Un padre de familia miembro de nuestra congregación me contó la lucha que había tenido recientemente con sus hijos adolescentes para que se apresuraran a salir de casa y estar a tiempo en el servicio de un domingo. Estaba muy molesto porque no aprobaba el look tan fresco que ellos usaban para vestir en la iglesia: tenis, jeans rotos y playeras.
¡No somos perfectos! Somos seres humanos que todos los días se equivocan y comenten errores.
En Casa de Dios hemos decidido cerrar el año con broche de oro. Durante cinco semanas, a través de las historias de personajes como Gedeón, Elías, José, Pablo y Pedro, estamos declarando que vencemos el temor, la incertidumbre, el desánimo y la escasez; estamos tomando aire para fortalecer las relaciones familiares, además de darle nuevo impulso a nuestro liderazgo y compromiso de servir al Señor con fe en que sus promesas se cumplirán.