Mal
Lejos de la pantalla grande y los efectos especiales, la historia de la humanidad tiene a su propio héroe, quien hace dos mil años dio su vida para que hoy tú y yo tengamos una vida de abundancia. ¡Claro, me refiero a Jesús! Sin embargo, pasamos por alto la lucha que nos toca librar hoy contra el mal. La Biblia nos enseña que nuestra batalla es contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible (Efesios 6:12).
En la arquitectura del Padre nuestro —la oración que Jesús nos enseñó— podemos ver que hay una parte dedicada a pedir al Padre que nos libre de todo mal. Primero cabe mencionar que ese “mal” no solo se refiere al de las tinieblas, que proviene del diablo, pues los seres humanos también vivimos en constante lucha contra el mundo y contra nosotros mismos, lo que también puede entenderse como una lucha contra la carne.