Evangelio
Debo decir que la libertad de culto, incluida la libertad de credo, es un derecho fundamental que está garantizado por la Constitución de la República de muchos países. La ley nos otorga la oportunidad de elegir nuestra religión; es decir, nos da la libertad de adorar a Dios y congregarnos en la religión que nosotros elegimos. Nadie debe obligarnos a adoptar una religión o castigarnos por ella. Ser cristiano es una decisión personal.
Esta semana Casa de Dios ha cumplido veinticinco años de fundación. Parece que fue ayer que el Señor me llamó para servirle a tiempo completo. Dios nos dijo que “Su presencia siempre iría con nosotros” y efectivamente hemos sido testigos de cómo ha estado presente: desde la sala de aquella casa donde empezamos hasta ahora.
Para empezar, sé que les decimos “personajes” a los hombres y las mujeres que la Escritura nos presenta, pero sabemos que fueron reales, existieron y protagonizaron historias extraordinarias. Es más, a través de la vida de ellos logramos conocer el amor y gracia de Dios. La Biblia es un libro de testimonios de vida y de todas esas personas aprendemos muchísimo.