Israel
Hoy, viernes, me despido de Israel. Ha concluido mi viaje y la experiencia ha sido impresionante: navegar por las aguas donde Jesús caminó, recorrer las callejuelas de Nazaret y de Jerusalén que sintieron sus pasos, orar donde Él oró, apreciar el mismo cielo que Él observó, sumergirme en el Río Jordán donde fue bautizado, recorrer los sitios donde miles lo escucharon predicar y lo vieron obrar poderosamente, conmovido por el dolor humano.
Estoy de visita en Israel, sí, en la tierra que también podríamos llamar Jacob, si Dios no le hubiera cambiado el nombre al patriarca. Esta es mi primera vez acá y ha sido una experiencia memorable. Apenas llevamos dos días de ocho que compartiremos con un grupo de pastores de diversas iglesias latinoamericanas. Aún no llegamos a Jerusalén, donde estoy seguro de que viviremos una jornada sin precedentes.