No
16 de noviembre de 2018
¿Qué tal esa contradicción? Si te pido que no digas no, al obedecer la instrucción, simultáneamente desobedeces porque dices: “no”. Tal vez lo mejor es proponerte que digas sí al sí. La cuestión es darle “delete” a la negatividad. Decirle: “Ciao, good bye, game over, no more”.