Palabra de Dios
Desde hace muchos años los servicios religiosos en Casa de Dios los iniciamos con una confesión de fe que dice: en mi boca está el poder de la vida y de la muerte. Hablaré palabras de vida y no de muerte, de salud y no de enfermedad, de riqueza y no de pobreza, de bendición y no de maldición porque en mi boca ¡hay un milagro!
En la Palabra de Dios he descubierto que las palabras tienen poder, Dios ordenó la tierra y “nombró o llamó” toda Su creación con los nombres que hoy la conocemos.
La iglesia debe promover el cambio en la sociedad, a través de transformar a las familias, defendiendo la vida y promoviendo los valores que la protegen. Para lograr esto debemos ir directamente a las bases: haciéndole ver a nuestros hijos, desde pequeños, cuán importantes somos para Dios aun desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Asimismo, la iglesia debe anunciar la verdad y no esperar que los medios de comunicación lo hagan.
¿Alguna vez has comprado algún producto, lo guardas y el día que necesitas usarlo te das cuenta de que ya está vencido? Nos puede pasar cuando nos regalan una caja de chocolates o dulces especiales: con el deseo de conservarlos, los guardamos tan bien que se nos olvida consumirlos a tiempo.