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¿Sobreviviente o superviviente?


Estas palabras las escuchamos con mucha frecuencia y aunque parece que se refieren a lo mismo, tienen un significado diferente. Según el diccionario de la Real Academia Española, el término sobreviviente alude al hecho de vivir. Por su lado, superviviente se refiere vivir después de un determinado suceso o con escasos medios o condiciones adversas.

Para entender mejor el concepto recordemos la famosa película de Tom Hanks, Náufrago (2000) donde él representa a Chuck Noland, un ejecutivo que hace un viaje de trabajo y cuyo avión sufre un accidente. Él es el único que “sobre-vive” a la tragedia y termina en una isla desierta. Ya estando allí, deberá ingeniárselas para ser un “super-viviente”. Es capaz de crear a sus propios amigos (la famosa pelota del señor Wilson) para no sentirse totalmente solo y, finalmente, cuando todo el mundo lo creía muerto, construye una balsa que lo lleva de regreso a su vida.

Aunque nuestra historia no ha llegado a la pantalla grande, para salir adelante hemos tenido que ingeniárnosla para reinventar nuestra vida y superar todos los obstáculos que se nos ponen en frente. De hecho, lo que estamos viviendo es el mejor ejemplo para ilustrar quiénes solo sobreviven y quiénes se convertirán en supervivientes. Pongamos atención en las empresas que se están preparando para “superar” la crisis. Otras, están con tanto miedo que se quedaron estancadas. Probablemente cuando recuperemos la nueva normalidad nos encontraremos con empresas que han desaparecido; mientras que otras, que se dedicaban a una cosa, las veremos hacer algo distinto.

Todos debemos prepararnos y, si es necesario, reinventarnos en todas las áreas de nuestra vida. Por ejemplo, unos amigos me comentaron que después de este proceso en el que sus hijos han tenido que adaptarse a las nuevas plataformas educativas en casa han notado algunos beneficios, como eliminar el pago del bus, se acabó el tráfico y las madrugadas para salir todos de casa. Eso los está llevando a considerar el “homeschooling”, el sistema de educación en casa. Ellos también están super-viviendo en este proceso.

Quizás tú también has tenido oportunidad de replantear algunos aspectos dentro de tu hogar o tu trabajo. En el trabajo también podemos pasar de un estado de solo vivir a proponer ideas y cosas nuevas. Es tiempo de hacer más de lo que se nos pide. Para ser promovidos necesitamos sumarle buenas acciones a la bendición que Dios ya nos dio. La gracia del Señor nos ha mantenido en un trabajo, pero es nuestra diligencia, esfuerzo y excelencia la que nos puede mantener en él.

Cumplamos con nuestras tareas diarias haciendo siempre un extra. Eso dará testimonio del Dios en el que creemos. Si reconoces que Él te ha llevado a donde estás, sé de los colaboradores que da la milla extra. Demos ese exceso para que podamos ser supervivientes de esta pandemia y recordemos que Dios nos diseñó para dar más de lo que se nos pide. Él sabe que tenemos la capacidad de lograrlo.

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