Conéctate a nuestro servicio en vivo
Conéctate a Intercesión
Conéctate a nuestro Discipulado

¡Llega a la cumbre!


La vida del ser humano está llena de luchas y peleas para alcanzar el propósito que Dios preparó. Algunos desde la infancia empiezan a formar su carácter para vencer las adversidades, a otros les corresponde en la adolescencia o a la madurez mostrar de lo que están hechos. Tarde o temprano nos llega el momento de pelear la buena batalla.

Como he dicho en otras ocasiones, soy amante de los deportes y las películas, especialmente las inspiradas en la vida real. No hay ficción que le gane al deseo de salir adelante cuando un ser humano tiene un sueño o visión. De ahí que mi libro No es por vista tenga una selección de películas que hablan de esa incesante lucha de personas -comunes y corrientes- que se destacaron tras vencer las adversidades.

Si me preguntan cuál es mi favorita, no sabría elegir solo una. Pensaría en El discuso del Rey que es la vida del rey Jorge VI, que con la ayuda de su coach moderno, Lionel Logue, supera su tartamudez para asumir el trono y dar el discurso que motivó a toda la nación de Inglaterra a ir por la victoria en la II Guerra Mundial

Incluiría Temple Grandin, la historia de la increíble mujer diagnosticada con trastorno del espectro autista que inventó la máquina de dar abrazos, un dispositivo que la calmaba ante la sobreestimulación y ansiedad que le generaban los abrazos. Esta máquina sigue siendo una herramienta para niños autistas en las clínicas de Estados Unidos. Temple se abrió camino en un mundo dificil y no dejó que la sociedad la limitara. Se atrevió a vencer sus propios temores y proveer soluciones, especialmente en la industria ganadera, llena de vaqueros que tendían a ser más recios con el sexo femenino.

También mencionaría la película Eddie, el águila, que relata la vida de Eddie Edwards, un esquiador británico que se convirtió en el primer atleta en representar a su nación en esquí olímpico. ¡Y vaya que hizo de todo para cumplir su sueño!

Tengo que mencionar el Juego que hizo historia, esa película me encanta porque es el relato de la vida un niño de padres inmigrantes y obreros. Francis Ouimet hace sus propios palos de golf y practica en su cuarto todas las noches, fue así como se convirtió en el primer aficionado en ganar el US Open de golf, un deporte dominado por ingleses y escoceses.

¿Por qué hablo de películas? Todas tienen una dosis de inspiración muy oportuna en esta temporada. Cuando vemos las historias bíblicas de hombres que le creyeron a Dios, puede que pensemos que en “aquella” época ellos la tenían fácil, pero si profundizamos en las historias reflejadas en estas películas, comprobaremos que el mundo está lleno de personas que con esfuerzo alcanzaron su propósito.

Triunfar requiere constancia, dedicación y valentía. La fe es buena para sacarnos del pozo y también es efectiva para llevarnos a la cumbre. ¡Usa la medida de fe que tienes!

¿Te gustó? Compártelo en tus redes