He oído a muchas personas ansiosas para que se acabe este 2020, como si el 31 de diciembre a medianoche automáticamente cambiará todo el panorama. ¡Ojalá fuera así de fácil! Lamentablemente lo que perdimos en el año de la pandemia no volverá cuando inicie el 2021, pero podrán venir cosas mejores.

Todos hemos vivido un proceso que ha tenido sus altibajos. Algunos perdieron el empleo, pero arrancaron su emprendimiento; otros han estado más tiempo en casa y han disfrutado mucho más a su familia; otros se han vuelto mejores administradores de sus recursos; algunas personas retomaron sus estudios vía online y ahora están dispuestas a continuar hasta el final; también hay familias que han perdido a un ser amado, esa pérdida irreparable se asimila con el tiempo y cada uno lo vive a su propio ritmo. También hay familias que terminaron el año sin bajas.

Muchas veces el desánimo y el afán no nos permiten avanzar, soñar, creer o ilusionarnos con algo nuevo. El 2020 está por finalizar, pero no solo debemos pasar la página, vale la pena detenernos a reflexionar en lo que hemos vivido y en las lecciones que nos ha dejado este año para que podamos planear el 2021.

Este es el mejor tiempo para acercarnos a nuestro Padre Celestial a entregarle este año y que nos llene de fuerzas para uno nuevo. En Hebreos 4:16 de la versión Nueva Traducción Viviente dice: “Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”.

El 2021 puede venir lleno de desafíos y retos que nos lleven a confiar más en Dios. Planifícalo tomado de Su mano. “Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá”. (Proverbios 19:21, NTV). Llénate de fe para que puedas ver tu futuro desde otra perspectiva. Usa tu fe para superar la duda. Quien tiene fe no vive en el pasado o se estanca en el presente, sino que se proyecta hacia el porvenir. ¡Este es el mejor tiempo para soñar que lo que viene es mejor!

Si en tu boca solamente hay quejas sobre el presente y el pasado es porque no está llena de fe, ve a la presencia del Espíritu Santo donde podrás llenarte de la confianza necesaria para planear tu futuro.

Además, cuando realmente creemos en Dios, nada nos separa de Él. Es decir, ninguna circunstancia, ni pandemia, ni mala temporada. El Señor desea que fortalezcamos nuestra fe y que le creamos con todo el corazón por encima de las circunstancias. Encuentra lo bueno del 2020 y planifica un 2021 en el que te puedas destacar por ser un hombre o mujer de fe.