¡Guatemala es provida!
Una vez más me reconozco fanático de los deportes. Siempre se aprende mucho de ellos. ¿Les he contado que tuve la oportunidad de formar parte de la selección juvenil de voleibol de mi país y participar en unos Juegos Centroamericanos? Fue una gran experiencia. Los Juegos Olímpicos, que recién finalizaron, me hicieron revivir esa emoción.
En esta edición los atletas chapines se “mandaron”, haciendo proezas en disciplinas inusuales como la natación y el atletismo, sin faltar el bádminton y la marcha. Increíble el esfuerzo de cada uno de ellos. Y aunque todos merecen artículos completos, me referiré solo a algunos.
Me conmovió ver la humildad de Kevin Cordón, que se rifó el físico contra competidores con los puestos más altos del ranking mundial del bádminton y logró sellar su participación como el número cuatro del mundo. El desempeño del equipo de marchistas fue increíble y en una temperatura muy lejos de lo habitual en Guatemala debió ser duro.
No puedo dejar pasar la participación en natación de Luis Carlos Martínez, que compitió en los 100 metros mariposa. Increíble llegar a esas instancias y quedar en séptimo lugar. También la participación de Luis Grijalva, quien se robó las portadas de la prensa internacional al llegar a la final de 5 mil metros en atletismo y los aplausos de casi todo el país.
Su esfuerzo despertó la admiración en millones de personas, especialmente en los niños que ahora pueden soñar con llegar lejos.
Mientras veía competir a los atletas de todas las naciones pensé en qué habría pasado si la madre de cada uno hubiese considerado el aborto, motivada por sus escasos recursos o sus precarias condiciones de vida. Ellos no existirían y nos hubieran privado de sus conquistas. La vida de cada ser humano nos puede sorprender. Nadie sabe cuál es el futuro de ese bebé que lleva apenas unas cuantas semanas de concepción y crece en tu vientre.
Que hoy la madre esté pasando por dificultades no significa que el futuro de su hijo no sea prometedor: puede ser el siguiente guatemalteco, colombiano, mexicano o cubano en conquistar una medalla olímpica para su país.
Me identifico con las organizaciones provida, pues su labor permite hacer conciencia en la sociedad de que ambas vidas son valiosas: la de la madre y la del bebé desde su concepción. Afortunadamente en Guatemala somos miles las familias comprometidas con la causa provida y se hicieron notar este fin de semana a través de su participación en la caravana por la vida, promovida por varias organizaciones.
Ser provida nos hace recibir críticas, pero es mejor que nos ataquen por estar en contra del asesinato a que perdamos de vista los principios en los que creemos. En la Biblia se nos enseña que vivimos gracias a Dios y ese es un buen motivo para demostrar con orgullo que Guatemala sigue siendo un país conservador.
Antes de considerar la posibilidad de asesinar a tu hijo, piensa en lo que ese niño o niña puede llegar a lograr en su vida.