¿Cómo planear el año nuevo?
Estamos a las puertas de terminar un año y empezar el otro. Es el momento oportuno para hacer una pausa y pensar en cómo ha sido el año “viejo”. Quizás te deja un saldo negativo. Por mucho que nos esforcemos los planes no siempre salen como esperamos. Nadie planea un despido, una enfermedad o una pérdida de un ser querido. Son eventos que nos llegan y nos hacen tambalear, nos cambian el rumbo, nos paralizan y obligan a replantear los planes y a veces hasta improvisar.
A todos nos toca vivir esas malas rachas. Empresarios, futbolistas, artistas, médicos, servidores públicos, profesionales, todos pasamos por ellas. En la Biblia también encontramos historias de grandes hombres de Dios que pasaron por sus temporadas. Esto nos ilustra que aun estando cerca de Dios vivimos estas vicisitudes.
Por ejemplo, José, el soñador. Un joven a quien Dios le hablaba de su gran futuro en sueños. Era el hijo favorito de su padre y por eso le regaló una túnica de colores que despertó la envidia de sus hermanos y por eso lo venden como esclavo. Luego de varios sucesos llega a la casa del capitán de la guardia del faraón, pero su suerte todavía no había cambiado, pues terminó preso y ahí en la cárcel empieza a descifrar sueños de manera tan certera que su fama lo lleva con el faraón para interpretar uno que lo inquietaba muchísimo. Dios le da gracia delante de faraón y él en agradecimiento lo nombra administrador de todo Egipto. El proceso de José no fue fácil, pero es increíble cómo él nunca se amargó, ni se detuvo. Vivió cada proceso con excelencia hasta que el sueño que Dios le dio se cumplió. Dentro de José estaba la convicción que su futuro no era ser esclavo ni preso, por eso se mantuvo firme e íntegro.
Olvida los fracasos, los tropiezos, las derrotas y las pérdidas. Estas situaciones no definen tu futuro. El año 2020 será el año de tus logros, de tus éxitos y de tus frutos, pues tu futuro se define por la fe que le tienes a Dios, a sus Escrituras y a sus promesas.
¡Sigue adelante! Planea, sueña y cree que lo que Dios te dijo se cumplirá. Cuando activamos nuestra fe provocamos que Dios cambie y altere la temporada. “Yo les digo” es una declaración que Jesús le expresa a sus discípulos para indicar que la cosecha ya está lista (Juan 4:35).
Estos días recuerda las promesas que Dios te ha dado y con ellas planea un año 2020 distinto. Albert Einstein decía, “si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Esto aplica en todos los ámbitos de la vida, incrementa tu tiempo de oración para que recibas sabiduría y puedas tomar mejores decisiones, sirve más en tu iglesia, prepárate mejor en tu trabajo o termina lo que tienes inconcluso.
Estoy seguro de que lo que viene será mejor ¿lo crees? Empieza a declararlo. Cambia tus pensamientos y tus palabras. Habla con fe.
Un saludo cordial para ti. Te deseo un año 2020 lleno de bendiciones. ¡Feliz año nuevo!