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¡Adáptate!


Pastor trotamundos sería un buen nombre para este guatemalteco que anda de acá para allá. Ahora escribo desde Barranquilla, Colombia, a las puertas de un intenso fin de semana. Mi esposa y yo compartiremos un poco de nuestras vivencias en la conferencia “Tiempo en Familia”, luego, tendremos Noches de Gloria. ¡Únanse a nosotros en oración para que muchas personas obtengan su milagro de sanidad!

Aunque lo primero será compartir sobre temas de familia. Cuando hablo al respecto, no puede dejar de dar infinitas gracias a Dios porque ha sido demasiado bueno conmigo al bendecirme con una esposa bella, cariñosa y paciente. Sonia es mi ayuda idónea, mi apoyo y consejera. Su espíritu afable y apacible me enamoró desde el primer momento. Claro que es una mujer fuerte y con carácter que también ha sido una compañera muy sabia durante estos 32 años de matrimonio.

Muchas veces, he bromeado diciendo que ella estaba desesperada por casarse conmigo, porque durante los últimos meses de 1985, definimos que la boda sería en junio del año siguiente, pero fuimos acercando y acercando la fecha, ¡hasta que terminamos casándonos en enero de 1986! Pero realmente fue una decisión de ambos.

Juntos aceptamos el llamado para ser pastores y compartimos la pasión por servir al Señor, lo que ha demandado de nuestra familia una impresionante capacidad de adaptación. Así que ese es uno de mis mayores consejos para alcanzar el sueño de integrar una familia unida, fundamentada en el amor de Dios.

Adaptarnos a toda situación es importante para ser felices, especialmente cuando hablamos de convivir ya que, muchas veces, el amor no es suficiente, hay que ser intencionales en desarrollar paciencia y pedir sabiduría al Señor. En el noviazgo, el matrimonio, la relación con los hijos, todo requiere adaptación porque los humanos cambiamos constantemente.

Ni Sonia ni yo somos los mismos de hace tres décadas, pero aprendimos a convivir en toda circunstancia, en riqueza y en pobreza, en salud y enfermedad, en las buenas y en las malas. Todo puede ser negociable, menos el compromiso que adquirimos de ser uno el resto de la vida. Ahí es donde el poder de adaptación cobra sentido para fortalecer a una familia.

Cuando eres fiel a lo que has prometido, adquieres la capacidad para adaptarte a cualquier circunstancia, porque tu visión no depende de lo que ocurra a tu alrededor. Así es como los matrimonios perduran a pesar de todo, y los padres están dispuestos a enfrentar cualquier problema por amor a sus hijos. Que los cambios de la vida no te roben la capacidad de apreciar lo que tienes. Adáptate, renueva el compromiso de ser feliz y disfrutar a tus seres queridos. Lo digo por experiencia, es lo que ha mantenido unidos a los Luna Castillo, te lo aseguro.

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