corazón
15 de febrero de 2019
¿Alguien recuerda el famoso ungüento “Sana-sana”? Era lo que la abuela nos embadurnaba en una rodilla raspada, un piquete de zancudo, un morete, pellizcón, quemadura o herida, mientras nos decía: “Sana, sana, colita de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana”.