¡Venga Su reino!
En el sermón de las Bienaventuranzas, Jesús expone una iglesia propositiva (Mateo 5). Las palabras de Jesús en sus sermones podían sonar revolucionarias y alborotadoras porque invitaban a la gente a hacer cosas inusuales.
Por ejemplo, en los versos 14 al 16 de la versión Nueva Traducción Viviente (NTV) habla de ser la luz del mundo: “Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”.
Sin importar la oposición que haya en nuestro entorno, los cristianos debemos alumbrar a nuestro alrededor. Es necesario que la iglesia sea más relevante que nunca, que sea propositiva y no solo reactiva. ¿Cómo? Defiendo los valores que están escritos en la Palabra: no robar, no matar, ayudar al prójimo, ayudar a las viudas, amar a Dios con todas nuestras fuerzas, etc.
La iglesia debe promover el cambio en la sociedad, a través de transformar a las familias, defendiendo la vida y promoviendo los valores que la protegen. Para lograr esto debemos ir directamente a las bases: haciéndole ver a nuestros hijos, desde pequeños, cuán importantes somos para Dios aun desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Asimismo, la iglesia debe anunciar la verdad y no esperar que los medios de comunicación lo hagan.
Convertirnos en una iglesia propositiva nos pondrá en la mira de críticas y calumnias, incomodará a algunos y enfadará a otros, justo como Jesús lo hizo en Su época, este es un desafío para todos los creyentes.
Así que, antes de criticar a un pastor o a un hermano que se levante a defender un derecho de los cristianos, piensa en el riesgo que se toma para exponerse fuera de los círculos religiosos y en el mundo. En más de tres décadas de haber nacido de nuevo te puedo decir que nunca he tenido fines políticos, sin embargo he sido víctima de ataques frontales y ocultos que pretenden que pongamos la luz de Jesús debajo de una canasta.
Aplaudo a los pastores de todo el mundo que han estado activos, no solo en oración, también luchando por defender los principios bíblicos y nuestra libertad religiosa, así como a cada pastor que todos los domingos se preparan para cambiar la mentalidad de su congregación, llenarla de la Palabra de Dios que los saque adelante.
No te alarmes, solo intento hacerte reflexionar. Mientras la pandemia sigue impidiéndonos congregarnos es importante que oremos para que venga Su reino y se haga Su voluntad (Mateo 6:9-13).