Resultados diferentes
Cuando arranca un año la mayoría se llena de metas, sueños y propósitos que con el pasar de los meses se quedan en eso: en planes.
Hacer ejercicio, comer más sano, terminar la universidad, hacer la tesis, conseguir novia o conseguir un mejor trabajo son solo algunos de los propósitos más frecuentes de esta temporada. Me gustaría saber si alguno de esos ha estado en tus listas de nuevo año en más de una ocasión. Me atrevería a decir que muchos de ellos te han acompañado durante varios arranques de años y al final se han quedado inconclusos.
Con toda la razón, el gran físico Albert Einstein dijo —o eso dicen que dijo— que es una locura hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.
Si los años anteriores no has logrado alcanzar tus metas y te has quedado con más frustración que satisfacción de lo logros, ¡es hora de hacer cambios! Quizás sea el momento para intentar hacer las cosas de manera diferente.
¿Qué tal si este año buscas el reino de Dios para que las cosas te sean añadidas? Cuando nuestra vida la dirigimos al Señor y nos enfocamos en buscarlo, servirle y agradarlo, también le damos la oportunidad de que Él dirija nuestros pasos, nuestros sueños y nos ayude a cumplir nuestras metas.
Quizás con incrementar tu tiempo de oración puedas empezar tu día con las estrategias sobrenaturales para sacar adelante a tu familia, el trabajo o la vida personal.
Si antes orabas ocasionalmente, ¿qué tal proponerte hacerlo cinco veces a la semana? ¿Qué tal si te propones no dejar de ir ningún domingo a tu iglesia e involucrarte en el servicio en un área en particular? Pon a Dios en primer lugar y alinea tus prioridades. Haz las cosas espirituales diferentes. ¡Prueba!
¿Parece una locura demostrar nuestro amor a Dios sirviendo? No. Veamos lo que dice Mateo 22:37: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Poner a Dios en primer lugar es cumplir una instrucción que el Señor dejó en Su Palabra.
Es probable que cuando modifiques tus prioridades y pongas tus planes delante de Dios recibas la sabiduría para entrarle con ganas a cada propósito sin dejarlo a medias. Eso es lo que leemos en Proverbios 16:3 (NTV): “Pon todo lo que hagas en manos del Señor y tus planes tendrán éxito”.
Nota que el verso dice “todo lo que hagas”, así que tómate tiempo para presentarle a Dios tus metas y a esforzarte por cumplirlas.