¡Festejando mis 59 años!
¡Gracias a cada persona que se unió a mi celebración de 59 años de vida! Realmente estoy muy agradecido con las muestras de cariño y aprecio que llegaron a través de un mensaje de texto, publicaciones en las redes sociales, llamadas, videollamadas y hasta algunos regalos.
Quiero aprovechar a dejar un agradecimiento especial mi familia, que me ha acompañado en estos años de servicio al Señor, me han apoyado cuando me he embarcado en proyectos que han requerido mucho trabajo, sacrificios y que han salido adelante por fe. Al final de todo, mi mayor esfuerzo ha sido enseñar de fe a mis hijos, mi esposa, a los colaboradores y a la congregación en general, porque ese es el “detalle” fundamental que agrada a Dios (Hebreos 6:11)
Desde 1982, que le sirvo al Señor he aprendido que Él respalda a quienes deciden tomar riesgos por obedecer Sus instrucciones. Créeme, no se trata de recursos sino de fe. Sin importar la profesión u oficio, todos debemos trabajar como para el Señor y no como para nadie en este mundo (Colosenses 3:2) y es a Él a quien debemos agradar, pues el mundo pocas veces comprenderá nuestro nivel de compromiso, pero la recompensa viene de Él.
Tengo que confesarles que ayer mi corazón se conmovió al leer sus mensajes, muchos expresaban cómo una enseñanza de su servidor les ayudó a seguir creyendo por un milagro en su corazón o en su cuerpo físico, otros citaban cómo el Señor les habló a través de las palabras que Dios puso en mi boca y eso me hace vivir profundamente agradecido. ¿Cómo no estarlo si veo su fidelidad? Él es parte de este ministerio tal como lo dijo cuando me llamó a servirle: “mi presencia siempre irá contigo”.
Mientras me sigo sintiendo agasajado les puedo decir que seguiré creyendo para que Dios desafíe mi fe y la de ustedes para conquistar más cosas en Su nombre y para Su reino siga creciendo.
¡Gracias por ser parte de las bendiciones de estos 59 años de vida!