El arte de los pequeños pasos
¿Has leído El Principito? Esta es una pequeña, pero monumental obra literaria escrita por Antoine de Saint-Exupéry que se ha convertido en un clásico universal. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Te garantizo que no te arrepentirás.
Pues investigando un poco sobre la obra, me encontré con otro mini texto del mismo autor con el que le pide a Dios regalos muy puntuales. Te confieso que me sorprendió porque, igual que El Principito, estas breves palabras, esconden un impresionante tesoro de sabiduría para la existencia.
Es literalmente una oración en la Antoine pide a Dios sencillez para comprender, valorar, aprovechar y compartir la vida. Todo el poema es una joya, sin embargo, me identifico personalmente con dos versos:
Uno es como si yo lo hubiera escrito porque ha sido y es una de mis peticiones al Señor, ya que he descubierto que confiar en las personas es una de mis fortalezas, aunque, en cierto momento, también se convierte en una de mis debilidades: “Recuérdame que el corazón muchas veces hace huelga contra la razón. Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor.”
El segundo de mis versos favoritos habla sobre el tesoro de la amistad: “Señor, tú sabes lo necesitados que estamos de la amistad. Concédeme estar preparado para este, el más hermoso, más difícil, más arriesgado y más delicado regalo que nos ofrece la vida.”
¡Cuánta razón tiene! Realmente, la amistad es un regalo maravilloso que debemos dar si queremos recibirlo. La Biblia nos habla mucho sobre la amistad, nos pide que nos mostremos amigos, porque un amigo ama en todo tiempo.
Dios me ha bendecido con maravillosos amigos y doy infinitas gracias por ese regalo. He podido comprobar que realmente los amigos estamos dispuestos a dar la vida por aquellos a quienes consideramos más que hermanos, porque los hemos escogido y hemos decidido hacerlo parte de nuestra vida. Las relaciones son un reto que debemos enfrentar con la mejor disposición y fe porque fuimos creados para apoyarnos y fortalecernos mutuamente.
Te animo a que hoy busques a tus amigos. Escríbeles, llámalos, exprésales tu amor, agradecimiento y admiración. Asegúrales que cuentan contigo para todo. No pierdas valioso tiempo en pleitos o mal entendidos, porque de verdad, ser amigo es un arte que va tomando forma con pequeños pasos encaminados hacia las personas que comparten con nosotros alegrías, penas, temores y bendiciones.