Dante, mi amigo
¡Dante Gebel, mi gran amigo, estuvo aquí en Guatemala! Esta semana vino con su “Auténtico Tour”, un show en el que, entre risas y con su estilo único que tanto admiro, inspiró a la audiencia a buscar el propósito e identidad de cada uno. Me recordó que Jesús nos envía como ovejas en medio de lobos, es decir que debemos salir de nuestra zona de confort para compartir su mensaje donde quiera que vayamos.
Al salir del escenario, fui a camerinos para darle la sorpresa. Durante el show me había visto y mencionó mi nombre, pero no sabía que me acercaría a buscarlo. “¡Cash, mi amigo Cash, qué gusto verte!”, me dijo con una enorme sonrisa. Fue un reencuentro fenomenal porque teníamos mucho tiempo de no vernos. ¿Te ha sucedido que tienes la oportunidad de abrazar a un amigo que estaba lejos?
Él me recordó que nos conocimos hace 25 años en Bolivia. No pude creer cómo avanza el tiempo. Nos reímos de las locuras que hicimos juntos para los congresos de jóvenes Hechos29 a los que lo invitamos. En uno, nos vestimos como la película “Hombres de negro”; en otro fuimos boxeadores para el tema “La batalla continúa”. Siempre buscamos innovar para llevar el mensaje del Señor, adaptándonos para conectarnos con las nuevas generaciones. Y él, para variar, dispuestísimo a desarrollar las ideas más originales.
Dante, Dante, eres uno de los argentinos que más aprecio. Aunque los años han pasado y el Señor nos ha posicionado en diferentes sitios, estoy seguro de que aún falta mucho por hacer juntos, porque tenemos algo en común: la pasión por servir a Dios y sudar la camiseta por cumplir con nuestro propósito de compartir un mensaje con valores.
Mi casa es tu casa, querido amigo, mi país es tu país, mi familia es tu familia. Te admiro y te agradezco por ser un pionero con voluntad inquebrantable. Que Dios bendiga tu camino, tus proyectos y tu corazón de guerrero.
Hoy es buen día para buscar a tus amigos y darles las gracias por su cariño incondicional, porque son un verdadero regalo del cielo.