Cinco semanas de victoria
En Casa de Dios hemos decidido cerrar el año con broche de oro. Durante cinco semanas, a través de las historias de personajes como Gedeón, Elías, José, Pablo y Pedro, estamos declarando que vencemos el temor, la incertidumbre, el desánimo y la escasez; estamos tomando aire para fortalecer las relaciones familiares, además de darle nuevo impulso a nuestro liderazgo y compromiso de servir al Señor con fe en que sus promesas se cumplirán.
2018 ha sido un año para renovar nuestra fe. Así inició y así terminaremos, con fe, dando gracias porque veremos a Dios obrar con poder. Yo lo creo y deseo contagiarte esa confianza, porque si de algo estoy convencido es de que mi Padre nunca me ha defraudado. Su gracia y misericordia me han acompañado, guiado, respaldado y reconfortado siempre. Y lo repetiré las veces que sea necesario: si lo hizo conmigo, lo hará contigo porque Él nos ama y anhela que todos alcancemos la victoria.
El domingo pasado, el pastor Ruddy Gracia, mi buen amigo, compartió acerca de la victoria sobre las emociones y dijo algo muy cierto: “El enemigo sabe que no puede vencerte porque la victoria de Jesús ya te hizo más que vencedor, entonces busca confundirte y desanimarte; si logra sembrarte miedo, abres la puerta a las emociones negativas y tú solito te derrotas”. ¡Wow, así es! Una persona deprimida, frustrada y llena de rencor ya perdió la batalla. El pastor Ruddy nos dio un consejo que vale oro: “Ríete incluso de ti mismo. Yo lo hago. El gozo confunde al enemigo. En las buenas y en las no tan buenas, gózate en el Señor”. La actitud correcta es nuestra mejor victoria, la que abre la puerta a todas las demás.
Por cierto, ahora que hablo de gozo, estoy profundamente conmovido por la respuesta que ha tenido el blog. ¡Gracias por leer estos textos a través de los que abro mi corazón con el deseo de conectarme contigo y bendecir tu vida!
La semana pasada mencioné que debemos tener esa santa terquedad que nos motive a insistir hasta obtener lo que esperamos y en los comentarios descubrí que fue un término que impactó a muchos. ¡Me encantó! Lo que deseo es renovar tu fe para que nos convirtamos en personas que no se rinden.
Mi equipo y yo estamos orando por tus peticiones. ¡Ánimo porque tú también, a través de nuestra intercesión, estás viviendo estas semanas de victoria!