Amor extremo
Como ya saben, me apasionan los deportes. En las diferentes disciplinas observo que cada deportista o equipo tiene su propia manera de jugar. En el futbol, por ejemplo, el estilo de juego del Real Madrid no es el mismo que el del FC Barcelona, sin embargo, juegan bajo las mismas reglas. Pasa lo mismo en los ministerios, donde cada iglesia tiene su propio estilo, pero todas comparten el mensaje de salvación a través de Jesús.
Esto también sucede con el amor. Todos los seres humanos amamos bajo las mismas características de lo que entendemos por amor, sin embargo, cada uno tiene su propia forma de expresarlo. Por ejemplo, en los hogares los padres de familia amamos de una manera, los hijos lo hacen de otra. Los cónyuges tienen su particular modo de amarse en las diferentes etapas del matrimonio.
En fin, cada uno ama de manera diferente y al hacerlo entrega algo de sí mismo, porque con el amor viene la entrega. El amor va mucho más allá de publicar estados en redes sociales o enviar tarjetas de felicitación llenas de corazoncitos, supera los emotivos mensajes en canciones o los poemas. Y aunque estas formas son válidas, el amor verdadero trasciende las simples expresiones porque está hecho de acciones más que de palabras.
Es muy difícil comprender de qué se trata el amor si no nos remitimos a verlo a través del amor de Dios. Él entregó en sacrificio a Su único Hijo con tal de que nosotros recibiéramos la salvación (Juan 3:16).
En estas fechas en las que se habla más de regalos que del amor, donde hay muchas personas sintiéndose solas, otras están tratando de reponerse de una traición o del rechazo, es importante que recordemos que Jesús comprende muy bien esas emociones porque Él sufrió insultos, blasfemias, traición y hasta negación de sus amigos que lo acompañaron y fueron protagonistas de los milagros. Sin embargo, Sus enseñanzas están dirigidas a que conjuguemos el verbo amar con perdonar. Amar a nuestros enemigos, bendecir a quien nos maldice, hacer el bien a quien nos aborrece y a orar por quien nos persigue. Ese amor extremo nos lleva a concentrarnos en el otro en vez de pensar en nosotros mismos.
Los regalos más valiosos no siempre caben en una caja. Son tan accesibles que no se pueden comprar. No están disponibles en una tienda y todas las personas tienen acceso a ellos porque se preparan en el corazón, se expresan con palabras y se demuestran con acciones.
¡En este mes del amor regala perdón, reconciliación y confianza!