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La mayor riqueza


La Biblia es el conjunto de libros por excelencia. No solo contiene relatos de personas de fe que Dios seleccionó para mostrarnos que Él no busca hombres y mujeres capacitados, sino dispuestos a caminar con Él para llevar a cabo cosas extraordinarias. Es, además, un manual de vida.

Si pudiéramos dedicar más tiempo a la lectura del libro de Proverbios, por ejemplo, seguramente tomaríamos mejores decisiones. Con solo entender el valor de adquirir sabiduría la vida sería distinta, pues es la mayor riqueza que un ser humano puede tener. Los bienes se gastan, se arruinan y se podrían perder, pero la sabiduría permanece en nosotros para siempre. Además, es justo lo que necesitamos para administrar correctamente las bendiciones que Dios pone en nuestras manos.

En este libro de 31 capítulos escrito por el rey Salomón —se podría leer uno diario y se terminaría prácticamente en un mes­— encontramos consejos que van desde cómo honrar a nuestros padres hasta cómo no gastar más de lo que ganamos; además, brinda consejos para tener una larga vida; asimismo, destaca las cualidades de las mujeres valientes y nos enseña a ser generosos. ¡Así de variada es la sabiduría que podemos encontrar en este libro! Está conformado por versos cortos y concretos que resumen libros de administración, finanzas y autoayuda.

Y es que los principios bíblicos acerca de cómo ser diligentes no hacen acepción de personas. No tienen que ver con nuestra oración, sino con nuestra sabiduría al aplicarlos. Quizás no sea un nuevo empleo lo que necesitas, sino aprender a administrar lo que ya tienes porque al negligente no hay salario que le alcance, mientras que al diligente siempre le abundarán los recursos y hasta tendrá para compartir.

Tengamos fe para adquirir ingresos en esta época, pero también busquemos sabiduría para administrarlos. No estamos en época de perder, sino de aprovechar cada oportunidad que venga a nuestras manos. Cualquier provisión que podamos obtener en esta situación debemos utilizarla con sabiduría.

Las personas que han perdido algo en medio de la crisis, pero tienen la sabiduría y el conocimiento para producir todo de nuevo, jamás perderán la esperanza. Pero si eres de los que duerme un poquito más, te tomas una larga siesta y descansas cruzado de brazos, la pobreza te atacará sin piedad, según dice Proverbios 6:10-11.

La Biblia también nos enseña a ser diligentes al trabajar porque esto siempre abrirá las puertas de nuevas oportunidades. Seamos sabios y obedezcamos las instrucciones que el Señor dejó en Su Palabra para experimentar Su voluntad, la cual es buena, agradable y perfecta.

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