Llaves que abren puertas
Quienes nos siguen dentro y fuera de Guatemala saben que Casa de Dios es una iglesia inusual. Cada cierto tiempo hacemos cosas que quizá no se espera que ejecute una iglesia, pero para nosotros después de Dios lo más importante son las personas y eso nos impulsa a organizar de forma creativa congresos, programas o series que edifiquen la vida de las personas.
Por ejemplo esta semana se llevó a cabo la segunda Feria del empleo, una actividad a la que más de dos mil personas acudieron en búsqueda de una oportunidad laboral y tuvieron contacto directo con más de cincuenta organizaciones que buscaban personal en área de servicios, operativa, técnica y administrativa. También se sumaron organizaciones ofreciendo capacitar a las personas de manera gratuita.
A través de la Feria nos convertimos en un puente que conectó a personas con empresas. La convocatoria estuvo abierta para todas las personas, es decir, cristianas o no cristianas, pues la necesidad no hace acepciones. Dentro de nuestros servicios dedicamos unos minutos para orar por ellos porque entendemos que Dios es quien abre puertas.
El trabajo es una necesidad primaria de los seres humanos y hay muchas personas que carecen de él; no solo en Guatemala, sino en el mundo entero. Quienes lo tienen deben cuidar ese medio que permite llevar alimento al hogar.
Si tienes un trabajo debes valorar y cuidar esa bendición. Te recomiendo que seas diligente, que estés preparado y dispuesto. Es un hecho que en las empresas siempre destacará la persona diligente, la que no pierde oportunidad de evidenciar su entusiasmo, da un poco más de lo que se le pide y se preocupa por crecer y adquirir nuevos conocimientos para ser más eficiente.
El trabajador diligente es quien siempre está disponible, llega a la oficina antes de lo previsto y se va de último. Pone atención, interés, esmero, rapidez y eficacia a la realización de su trabajo y sabe aprovechar las oportunidades para dar un poco más de lo que se le pide. La Biblia enseña que las personas diligentes serán puestas delante de reyes (Proverbios 22:29).
Si estás en proceso de búsqueda de empleo ten en cuenta que no te contratarán porque pidas trabajo, sino porque ofreces algo que les interesa recibir y que solo tú puedes dar. Es hasta cierto punto lógico que la angustia de no tener empleo te lleve a enfocarte solo en lo que deseas, pero trata de recordar que esa empresa necesita a alguien que tenga algo que ofrecer.
Cuando Dios sacó a su pueblo de la esclavitud de los egipcios fue claro con faraón diciendo: “Deja salir a mi pueblo para que me ofrezca”. Él sabe que no se va a la conquista con una actitud de demandante, sino con una que ofrezca. Por eso las Escrituras son claras cuando señalan que “la dádiva del hombre le abre camino y lo lleva ante la presencia de los grandes”. (Proverbios 18:16)
Pídele a Dios que te ayude a aprovechar las llaves del trabajo diligente y las dádivas para abrir puertas. De esta forma tomarás las bendiciones que Él tiene preparadas para ti.