Cuando llega la preocupación de fin de año
¿Ya notaste que faltan 40 días para terminar el 2019? Como que ya es hora de hacer un balance del año, ¿no? Revisar las metas y los resultados que has alcanzado.
Si los resultados son positivos, seguro estás entusiasmado con las nuevas metas del 2020. Pero si el año estuvo lleno de momentos adversos o tus metas se quedaron a medias, quizá no tengas mucho ánimo para visualizar el futuro, probablemente estés sintiendo miedo o temor de arrancar de nuevo. Es normal que las situaciones negativas tiendan a paralizarnos y nos impidan soñar, imaginar o creer en un futuro distinto.
Tengo una pregunta para ti: ¿Qué tanto has usado tu fe este año? ¿Mucho o poco? Creo que es importante recordarte que la fe es tu capital más valioso y tiene la característica que mientras más la usas, más crece.
Dios nos ha dado a todos una medida de fe, pero cada uno la usa de diferente forma y con distinta intensidad, por eso los resultados son diferentes. No te compares, recuerda que todos tenemos una medida de fe diferente, no mayor o menor (Romanos 12:3). Pero si no la activas es difícil que veas resultados diferentes. No temas usarla para creer por tus sueños porque la gracia de la fe es traer al mundo visible lo que está en lo invisible.
El uso de la fe se descubre a prueba y error. Por eso hay que atreverse y experimentar. Puede que te equivoques, pero de ser así, levántate y sigue. Dios no dejará que te hundas. Para usar la fe debes ser mucho más relajado y menos controlador. Cuando usas la fe, Dios trata con tu carácter, lo moldea y lo forma. Debes prepararte para caminar en esta nueva temporada. ¡Tranquilo, el Señor no abandona a quien confía en Él.
Si no has tenido un buen año, si no has logrado el éxito que planificaste o has tenido tropiezos, piensa como Henry Ford: “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”, así que no te desanimes y finaliza este 2019 enfocando tu mirada en lo que ya tienes:
- Fe
- ¡Estás vivo! Hay esperanza para soñar con doce meses más de oportunidades
- ¡No estás solo! Observa a tu alrededor, tu familia y amigos están contigo. Además, Dios está de tu lado
- Si tienes trabajo significa que alguien confía en tus talentos. Es tiempo de que tú también creas en ti mismo
- Archiva el pasado, ¡ya no lo puedes cambiar! Prepárate para una nueva temporada. No centres tu mirada en los tropiezos, mira hacia el futuro
- Suma tus pequeños logros y verás que sí hay mucho que celebrar
En la vida hay que hacer las cosas con todo y miedo. Sobre la marcha se supera la ansiedad y se fortalece la fe. Toma papel y lápiz, escribe aquellas promesas que Dios te ha dado y sobre ellas planifica un año 2020. ¡Permite que tu fe te lleve a alcanzar nuevas metas!