¿Qué tan ocupado estás?
“¡Estaba tan ocupado que se me olvidó!” ¿Alguna vez le has dado esa respuesta a alguien de tu familia o a un amigo?
Sí, todos tenemos tantas ocupaciones que nos impiden disfrutar eventos o acontecimientos importantes. Entre tus roles como administrador, padre de familia, esposo o trabajador se te puede pasar un partido de fútbol, una reunión o un cumpleaños. O la mujer, entre su rol de madre, esposa, ama de casa, enfermera, chef o repostera puede llegar a olvidar un aniversario, un cumpleaños o un requerimiento del colegio de alguno de sus hijos.
En esas temporadas de mucho trabajo, afanes o preocupaciones perdemos de vista las cosas importantes y hasta las personas que nos rodean. Dejamos de notar si hay un nuevo corte de cabello o un tinte nuevo, si el auto está limpio o si la lonchera de la merienda es nueva.
Nos pasa a todos, incluso a Marta, una amiga de Jesús (Lucas 10:38-42). Ella estaba tan perdida y mentalmente distraída que olvidó atender al Mesías cuando Él la visitó.
Marta se esmeró en hacer tantas cosas simultáneas que cayó en la preocupación y la angustia que le impidieron disfrutar lo más importante.
Es posible que muchas personas se identifiquen con Marta: que en su afán de agradar a su invitado se compliquen con los detalles o se agoten en la preparación y terminen echando a perder el momento. Justo es el caso se Marta. Jesús notó que estaba “turbada” con muchas cosas. Ese término tiene varias acepciones: “Alterar o interrumpir el estado o curso natural de algo”, “Sorprender o aturdir a alguien, de modo que no acierte a hablar o a proseguir lo que estaba haciendo”.
Marta olvidó que Jesús siempre identifica nuestras emociones y conoce el estado de nuestro corazón; y de haber puesto atención a Sus palabras hubiera encontrado solución a todo lo que la aquejaba. Incluso su estado la llevó a reclamarle a María – que tenía claro qué era lo importante– y a pedirle a Jesús que la reprendiera.
La pregunta es: ¿a quién deseas imitar? ¿A Marta, que se sobrepasa su interés por los detalles y se pierde de vista la mejor parte, o a María, que se concentra en atender a Jesús?
Procura vivir como María. Toma la decisión de atender una situación en cuerpo, mente y espíritu. Por muy ocupado que estés, quédate con la parte más importante.