Hay personas que se esmeran buscando una Palabra profética que les permita iniciar bien su año, claro, oír la voz de Dios es algo realmente impresionaste, recibir una Palabra de Su parte es algo que llena y sustenta nuestra vida.

El don profético es algo que el mismo Dios otorga a algunas personas para trasladarnos mensajes muy oportunos que marcan nuevas temporadas. Lo sé porque la Palabra que el Señor nos otorgó cuando nos llamó a servirle es algo que sigue siendo un pilar fundamental en mi vida y en el ministerio: “Mi presencia siempre irá contigo”.

Cada vez que he iniciado la construcción de nuestros templos le he dicho al Señor, si no vas a estar ahí, no lo hago. ¡Gracias a Su misericordia, Su presencia sigue a nuestro lado en todo lo que hemos hecho a lo largo de varias décadas!

A pesar de reconocer lo increíblemente poderoso que es recibir una Palabra de Dios, creo que no debamos olvidar que la Biblia es la Palabra de Dios resumida en varios libros que nos enseñan a vivir. Creo que no es válido que nos hagamos un queso para que tal profeta nos nombre, sino mostramos interés en leer lo que Dios ya dijo que haría y Su plan para bendecirnos está bien detallado en la Biblia.

Sino lees la Biblia ni oras, no tiene mucho sentido que te muevas buscando una Palabra de Dios. Y no digo que Dios no te la dé, porque Él es bueno y puede escuchar tu clamor. Pero no debemos despreciar el recurso que ha puesto en nuestras manos.

Por ejemplo, qué tal arrancar este nuevo año con un “¡No temas!” Sí, es Dios diciéndote que perdás el miedo para emprender, para luchar por reconstruir tu familia, para dar el primer paso para reconciliarte con tu hermano, para pedir ayuda para dejar atrás los vicios, para volver a empezar… El temor es algo que suele paralizarnos y nos estanca, nos impide tener la vida en abundancia que Jesús vino a otorgarnos.

En la Biblia encontramos 365 veces la expresión que nos invita a entrarle con todo y miedo al proyecto o sueño que Dios nos ha dado. Dios sabía que necesitaríamos empezar cada día del nuevo año con esa instrucción tan puntual: no temas. En las Escrituras vemos que cuando lo Dios era cuando mandaba a alguien a hacer algo. Por experiencia les puedo decir que el miedo se quita actuando con todo y miedo y es algo progresivo. A más acción más disminuye el miedo y aparece el valor.

Así que arranca el nuevo año confiado que Dios está al lado de quienes le buscan. Escudriñar Su Palabra no es nada más que averiguar los detalles que están escritos en ella, con la cual Dios mismo te mostrará los planes de bien que tiene para ti y tu familia. ¡Adelante, no temas!